Libros con mala reputación

15 ago 2019



Estaba viendo en mi librero los libros que aún no he leído, pero más que eso pensé en la razón por la cual no los he leído ni se me antoja hacerlo, y viendo que en la mayoría de los casos la razón es la misma, se me ocurrió crear esta entrada para hablar un poco sobre ello. He decidido tomar como ejemplo la novela en la foto: El Laberinto de la Rosa de Titania Hardie. Esta entrada NO es una reseña porque no leí la novela en cuestión, es sólo un artículo de opinión.

Compré este título hace muchos años porque, en primer lugar, quería llevar una oferta y entre los que había fue el que más me llamó la atención (aunque no lo conocía de nada), y en segundo lugar porque me gustó la portada. En algún momento se me antojó leerlo y, antes de empezar, se me ocurrió consultarlo en Goodreads. Me sorprendí al ver que la mayoría de las opiniones (y calificaciones) son tan negativas hasta el punto que la calificación general no llega a las 3 estrellas. Eso me quitó las ganas de leerlo:



Sobre los prejuicios literarios:

Viendo esto imparcialmente, puedo decir que estoy siendo prejuiciosa al decidir no leer esta novela a causa de la mala reputación que tiene o a opinión de otras personas y esto no es algo que me agrade. Pero en el mundo real, en el mundo literario donde conseguir libros es un hobby costoso y sacar tiempo para leerlos es igualmente una inversión, hay que pensar dos veces sobre qué es en realidad ser prejuicioso.

Se me viene a la mente una reseña que parece más un artículo de opinión escrito por Cin del blog Palabras y Letras cuyo título es No todo lo que brilla es oro y no todo lo que se publica es literatura, donde habla sobre X libro (por supuesto, no lo leí) que, en esa época, destrozaron en opiniones y críticas debido a su mal contenido, mala edición, redacción y mediocridad en general. Y es que libros malos se consiguen en todas partes: he leído muchas novelas que elijo no mencionar y que me han decepcionado totalmente a pesar de que las opiniones, reseñas y calificaciones estaban ahí diciéndome que eran una pérdida de tiempo.

Dentro del mundo de la lectura y la literatura, está el reducido mundo de las críticas literarias. Entre estas críticas hay de todo: desde alumnos atormentados por lecturas obligatorias hasta gente que no ha entendido nada de nada, pasando, claro, por esos lectores que simplemente no han conectado con la historia. Porque todo el mundo tiene derecho a odiar ciertos libros, sean buenos o no, pero el punto es cuando los que odian son mayoría.



Suponiendo que una mala calificación o una opinión negativa en un libro no indica necesariamente que es una mala historia, pero si lo pensamos bien, yo creo que sí en muchos casos. Todos tenemos gustos diferentes y las cosas que nos disgustan también son diferentes; hay que tener en cuenta que en muchos casos las malas opiniones son algo subjetivo, pero en casos puntuales como la calificación en Goodreads, donde muchas personas califican un mismo libro y se muestra el promedio de estas calificaciones, sí podríamos decir que generalmente una calificación demuestra si un libro es o no bueno. Y viendo que está en juego una inversión de dinero (al comprar) y de tiempo (al leer), creo que es importante prestar atención a las calificaciones.



A medida que pasa el tiempo y que uno va leyendo más, tanto buenas como malas historias, uno se vuelve más selectivo: se forman o establecen cada vez más los gustos literarios personales y, además, los diferentes errores se hacen más notorios a medida que uno se encuentra con literatura de calidad. Hay errores que uno pasa por alto, claro; después de todo es difícil encontrar libros con los que se quede 100% satisfecho. Pero a medida que va creciendo el criterio y el conocimiento como lector, hay ciertas cosas que uno no perdona. Y es aquí a donde quiero llegar:


No es sobre gustos personales, no es sobre malas opiniones: es sobre baja calidad en general.

Hay personas que no leen ficción por considerarlo una pérdida de tiempo. Ellos ven la lectura como un proceso de aprendizaje y no como un pasatiempo. ¿Es eso malo? Por supuesto que no, cada cual debe leer lo que le guste. En mi caso, yo no leo para aprender sino para disfrutar. Muchas personas no leen porque no han encontrado el libro correcto que los haga enamorarse de la lectura, muchos de ellos fueron obligados desde niños a leer libros que no captaron su atención e interés; bastante tenemos que leer para graduarnos de la escuela y de la universidad, pero eso es para muchos una obligación, no un placer. A lo que me refiero es a esa experiencia de leer por goce, como un pasatiempo.

No todos los libros que nos gustan son buenos. Y no todos los libros buenos nos tienen que gustar.

Hay una diferencia grandísima entre odiar un libro porque sea malo y odiar un libro porque no te guste. Por un lado, uno encuentra libros malos y casi nunca le gustarán, aunque nadie está exento, y yo tampoco, de tener «placeres culpables» y reconocer que algo es muy malo y sin embargo le gusta, divierte o entretiene porque son dos cosas diferentes. Y por otro lado, no todo el mundo es capaz de ver la calidad de un libro y por eso vemos tantos buenos libros con malas críticas. Porque, de nuevo, una cosa y otra no son la misma.

El quid de la cuestión: ¿Qué hace que un libro sea bueno o sea malo?

Un buen libro, sea cual sea su género, siempre nos dejará un aprendizaje y nos hará vivir una aventura. Comenzando por lo más básico, un libro bien escrito nos enseña a escribir bien, mejora nuestro vocabulario y ortografía, pero a su vez nos enseña a expresarnos, amplía la imaginación y potencia nuestra capacidad de aprender y de crear.

Pero además, hay libros como Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, en donde las palabras se saborean, se convierten en magia y que son como un billete de ida a un lugar maravilloso, una experiencia vivida como propia a través de otros ojos, una enseñanza, un descubrimiento. Sea simple, sea corto, sea divertido, sea como sea, un libro bueno siempre será el que te enseña algo por encima de la historia que te está contando, quitando toda la paja y las bonitas palabras enrevesadas que sobran en su mayor parte.

Y un libro malo es un libro que carece de todo lo anterior.

Ahora bien, hay gente que dice que leer malos libros puede no ser una pérdida de tiempo porque de los errores (propios o de otros) se puede aprender. Esta afirmación tiene su lógica, claro. Pero personalmente opino que leer un libro malo nos roba el tiempo que podríamos dedicarle a la literatura de calidad. Hay demasiados libros buenos y más que buenos, extraordinarios y fascinantes que podemos disfrutar y nos pueden aportar demasiado. Entonces, ¿por qué pasar disgustos leyendo libros que no nos permitirá disfrutar?

Informarnos sobre la reputación del libro que voy a leer tiene sus ventajas y desventajas.

Hoy en día tenemos el privilegio de conocer más que la simple sinopsis de los libros a los que tenemos acceso. Hay un sinfín de sitios, blogs como este y redes sociales como Goodreads que nos brindan esta información. Escribí este artículo porque, curiosamente, me gusta hacer reseñas, pero no me gusta leer reseñas de los libros que quiero leer, pues siento que iré con prejuicios y no podré verlo desde un punto de vista imparcial. Pero como lectora, puedo ver la importancia de hacerlo.

Hay ventajas y hay desventajas. La desilusión que se siente al leer un autor o un libro sobre el que teníamos expectativas a causa de su reputación es una desventaja, pero a la vez uno se evita fiascos y gastos (tiempo y dinero) innecesarios.

¿Entonces qué?

Desde hace mucho tiempo aprendí a ejercer un control sobre mi adorado hobby de comprar libros y, en lugar de fijarme en lo que está de moda o en lo que está en boca de todos, prefiero investigar y anotar los autores, libros y títulos que quiero leer y en los cuales voy a invertir mi dinero.

La vida es demasiado corta para gastar tiempo leyendo malos libros.

También aprendí a no fijarme en las portadas bonitas, pues como en el mundo se ve un montón de gente que es sólo apariencia, en la literatura también. Un buen empaque no necesariamente significa buena calidad. Además, no siempre, pero en algunos casos he estado fijándome en lo que dice Goodreads. No quiero que me vuelva a pasar lo que sucedió con el libro en cuestión.

¿Opiniones al respecto?

2 comentarios

  1. Hmm me parece interesante tu reflexión. Yo creo que es un poco de ambas: por un lado coincido en que nuestros gustos cambian y que todos somos tan diferentes que lo que me gusta a mí puede parecerle terrible al otro, y también creo que de vez en cuando es bueno fiarse de lo que comentan otros respecto a un libro, en especial cuando las críticas vienen de personas cuyo criterio consideramos valioso.

    Coincido también en que la economía y la falta de tiempo no están como para gastar en libros que ni siquiera vamos a disfrutar. Yo también me he vuelto más selectiva al respecto, creo que es parte de crecer como lector.

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  2. ¡Hola cielo!
    Pues pienso igual que tú, tristemente la verdad es que suelo comprar libros sin pensarlo mucho y eso a veces no es nada bueno, me he topado con varios libros que me he arrepentido de comprar y solo porque eran de mi género favorito o porque todo el mundo hablaba bien de ellos.
    Esto nos sirve para ver que no a todos nos gustan los mismos libros y que no todos los libros de tu género favorito te van a gustar.
    El libro que mencionas en cuestión en la entrada me lo dejó mi amiga porque sabe que soy una gran lectora y decía que ella no había conseguido leerlo las dos o tres veces que lo había intentado y me dejó probar a mí.
    No llegué ni a la mitad del libro, no me enteraba de nada y bueno, lo abandoné... al menos en ese libro no invertí mi dinero pero sí que me ha pasado mucho y es una pena porque no son baratos precisamente.
    Ahora lo que intento hacer es leer varias reseñas de un libro antes de comprarlo, ver el género, lo que cuesta y la puntuación que tiene, pero a veces los impulsos siguen saliendo.
    Un besote enorme corazón, muy buena entrada.
    Me quedo por tu blog.

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